RESPETO. El adversario es la empresa.

No es política de esta representación responder a los insultos, ataques, ni mentiras que se vierten sobre nosotros, vengan de donde vengan. No es el sindicalismo que queremos, ni el que ejercemos. Nuestra voluntad es la de no entrar en un juego que a los únicos que perjudica es a los trabajadores/as, pero hoy decimos basta.

Desde las pasadas elecciones UGT ha escrito y acusado a CCOO de todo esto:  de tener “chiringuitos” aquí, “chiringuitos” allá, de ser absolutistas, soberbios, simples, alérgicos a la trasparencia, prepotentes, todopoderosos, poca vergüenzas, banda de oportunistas, urracas, de pasar rodillos, de falta de ética, de dejar caer la garantía de empleo, de hacer teatrillo, de irresponsables, de malos guionistas, de torpes, de faltar al respeto a los trabajadores y trabajadoras, y como tema estrella: el de tener “cocido” y “guisado” el convenio, de hablar de “nuestras cosas” con la empresa y de tener amañada la negociación del convenio…

En todo este tiempo no hemos respondido a ninguna de estos insultos, pero sí que nos sentimos en la obligación de hacerlo en relación a los realizados ayer sobre la paga EBITDA y la Comisión Paritaria. Porque todo ello, no solo se vierte sobre los negociadores o miembros de la comisión paritaria. Se vierte también sobre los más de 500 afiliados/as de CCOO en autopistas y sobre los más de 70 delegados/as que se parten la cara en los centros de trabajo para defendernos a todos:

1. La comisión paritaria estaba convocada inicialmente para el día 9 de Febrero y la empresa la trasladó al día 20. Ante la imposibilidad de asistencia de varios de nuestros miembros, se solicitó un aplazamiento de la reunión, proponiendo hasta 6 fechas alternativas. A día de hoy no hemos recibido respuesta ni por la empresa ni por UGT sobre dichas fechas.
2. De haber un solo tema que hubiera requerido especial urgencia sobre la afectación a cualquier trabajador, colectivo, etc., hubiéramos designado cuantos suplentes hubieran sido necesarios. En este sentido, es necesario recalcar que en ningún caso, hacer la reunión el día 20 hubiese supuesto el abono de la paga EBITDA en la nómina de febrero, principalmente porqué las nóminas estaban cerradas desde el día 15 de febrero, por lo que a efectos de interpretación, era indistinta su celebración el día 20, el 24 o hoy. Se tiene que tener la cara de hormigón armado, no solo para decir que no se ha pagado por culpa de otro sindicato, sino por tratar a la gente de estúpida haciéndole pensar que el día 20 se podía resolver.
3. Lo dijimos la semana pasada. El impago de la paga EBITDA por parte de la empresa es una decisión política. Tiene como voluntad, generar un elemento de interés añadido para condicionar la negociación del convenio con el único objetivo de no hablar de flexibilidad, de conciliación, de la movilidad geográfica, de la jornada, de los horarios, de las discrepancias entre otros, pero sobre todo para no hablar de futuro. Lo dijimos al denunciar el convenio, lo dijimos en diciembre y lo decimos ahora: No estamos de acuerdo.
4. Aun siendo mayoría, es nuestra obligación escuchar y consensuar con el resto de fuerzas sindicales, y así lo estamos haciendo con la USO. Nos parece lo normal, desde el respeto a la legítima discrepancia y a la lealtad de ser todos representantes de los trabajadores. En contraposición, UGT se han desmarcado de la unidad de acción por voluntad propia. Ha decidido presentar propuestas por su cuenta, ha planteado al resto de sindicatos imponer las suyas estando en minoría y lo ha hecho haciendo gala de una muy mala educación y formas en las reuniones. Es una opción, pero no responde a ningún interés para las compañeras. La actitud de UGT no es un hecho aislado y tiene un fin: repetir hasta la saciedad, con o sin razón y aunque para ello sea necesario mentir e insultar, que CCOO lo hace mal y tiene la culpa de todos nuestros males. Como representación mayoritaria se nos puede criticar, faltaría más, pero en ningún caso insultar, menospreciar, ni cuestionar nuestra responsabilidad sobre el ejercicio de la representación del conjunto de trabajadores y trabajadoras de la UNaAE.

Por último, lamentamos tener que dedicar tiempo y trabajo a responder este tipo de acusaciones, pero entendemos que en este caso, la verdad a los trabajadores/as, la organización, y el trabajo de nuestros delegados y delegadas merecían las aclaraciones. Vienen tiempos difíciles, necesitamos estar unidos y no lo olvidemos: EL ADVERSARIO ES LA EMPRESA.

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